En la Pedagogía Waldorf la vivencia del ritmo está muy presente de forma diaria, semanal, mensual y anual. Esto crea en el niño seguridad y confianza tanto en el entorno que le rodea como en el mundo, la creación de un ritmo sano permite al niño poder desarrollarse más saludablemente.

Pero ¿cómo se vive desde la pedagogía Waldorf el ritmo anual? A través de las estaciones; hay unas que nos conducen hacia el recogimiento e interiorización como puede ser el invierno y otras que nos llevan a expandirnos más como por ejemplo la primavera. 

Todas las celebraciones nos hacen conectarnos con nosotros mismos, transitándolas a través de los valores que se viven en cada fiesta. Los niños necesitan conectar con el entorno y a la misma vez con ellos mismos. Todo lo que sucede en el exterior el niño puede sentirlo también en su interior. En la pedagogía Waldorf todo se acompaña de la misma manera, cada estación la vivimos del recogimiento a la expansión y viceversa.

¿Qué celebraciones vivimos en la Escuela Internacional Waldorf Sevilla Girasol?

En los meses de otoño vivimos la Fiesta de la Cosecha, Micael y el Farol. De forma progresiva vamos hacia el recogimiento, la luz intensa del verano va cayendo, las hojas también y la tierra se va preparando para que luego la primavera reluzca con fuerza y esplendor.

Con la Fiesta de la cosecha vivimos la abundancia, recoger todo lo vivenciado en el verano para prepararnos para el invierno. Esta celebración la unimos a Micael compartiendo todos juntos en familia nuestros frutos recolectados y un rico pan elaborado en la escuela.

Con la Fiesta de Micael vivenciamos la valentía, el coraje, la iniciativa, la constancia, trabajamos sobre nuestros miedos. De esta forma el niño vive en el jardín de infancia a través de pruebas y obstáculos su valentía y su coraje. La imagen que representa esta fiesta es la de Micael enfrentándose al Dragón.

Con la fiesta del Farol vivenciamos como la luz del exterior disminuye pero la luz interior aumenta. Los niños y los adultos conectamos con esa luz interior que brilla intensa en la oscuridad.

En los meses de invierno vivimos la celebración del Adviento y la Navidad y de los Oficios/Carnaval. Comienza el equinoccio de invierno, época donde la oscuridad culmina la noche. El camino comienza el primer domingo de adviento de diciembre preparándonos hacia el recogimiento de la luz de la navidad. Los niños vivencian arquetipos humanos a través de la pastorela de navidad. 

En la celebración de los oficios, en el caso de infantil, practicamos las profesiones vinculadas al hacer, a todo lo que el niño pueda imitar y crear. El hacer está íntimamente relacionado con el primer septenio del niño. En el caso de primaria lo trabajan a través de carnaval, vivencian esta celebración según la cualidad anímica en la que estén presentes los niños.

En los meses de primavera vivimos la celebración de la Pascua y la Palomita Blanca. Observamos como en el exterior aumenta la luz, los colores se intensifican, los días se alargan, la naturaleza comienza a despertar.

La pascua es todo un proceso vivencial de la renovación de la vida tras todo el proceso de transformación que sufre la naturaleza después del invierno. Los niños pintan huevos, este nos habla de la creación de la vida. También sembramos semillas, observamos la magia de la naturaleza. Los niños viven este proceso con mucho entusiasmo. Finalmente, la liebre es el animal más conocido del jardín de infancia Waldorf, representando este el amor desinteresado y su capacidad de adaptación al mundo.

La palomita Blanca es también conocida como pentecostés y es la prolongación de la pascua. Del huevo nace la paloma blanca iluminándonos con su luz en nuestros corazones. Con esta celebración también vivenciamos ese ser individual capaz de crear comunidad y de estar en lo social. 

En los meses de verano vivimos la celebración de San Juan. La luz del sol en la tierra se ubica justo a mitad de camino y hace el gran contraste con la navidad. Esta celebración se vive en comunidad despidiendo de esta forma tan especial el curso escolar. 

Autora: Carmen Lorente. Maestra de Infantil y Directora pedagógica en la Escuela Internacional Waldorf Sevilla Girasol.

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